sábado, 20 de febrero de 2010

Las Voces

Mi último pensamiento fue que mi vida seguía siendo común y corriente, y que nada había cambiado.

break

Desperté, esperando que todo fuera una pesadilla, trate de moverme, pero no pude, estaba todo oscuro. Estaría aun en el supuesto sueño? Quien era ella? Porque tenía que acordarme de ella?, que paso en el tiempo que estuve desmayado o aun estoy desmayado. Solo escuchaba ecos, como cuando suena mucha agua dentro de un túnel. Todo abombado. Luego caí en mí, no podía moverme porque alguien me sostenía, pero mis pies no tocaban tierra, que pasaba, donde estaba, nada entendía. En este mismo momento pensé no seguir consumiendo C15H15N2CON(C2H5)2. Aunque este pensamiento me reconforto, nada explicaba que demonios pasaba, porque nada veía, porque nada escuchaba, porque nada sentía.

Primero pensé que era preso de una maldita pesadilla, que quizás nunca nada paso, si eso era, solo una pesadilla. Pero cual seria mi sorpresa cuando sentí nuevamente el dolor del apretón que supuestamente me había dado, aquella persona que supuestamente yo debería saber quién era, dios mío, es cierto, todo esto es real. Y si es real donde estoy y adónde voy. El aire se hacía cada vez más denso, me dolía el pecho al tratar de respirar y definitivamente estaba haciendo un calor de los mil demonios.

A lo lejos vislumbre un halo, si por fin recuperaba mi vista, pero casi quise perderla nuevamente cuando me di cuenta quienes eran los que me arrastraban. Un par de seres venidos de quizás que mundo mutante, figuras retorcidas, espectros infernales, perros del dekan, que sostenían mis sangrientos brazos, me detuve un momento a pensar el porqué estaba pasando todo esto.

Esto ya no era un día común y corriente, esto desbordaba la locura. Mis apresadores me asían con mucha fuerza, aunque no la necesitaban ya que no tenía ganas de pelear para poder soltarme, solo me quedaba dejarme llevar, donde fuese que íbamos.

Empezaron a detener la marcha, y entramos a una especie de templo envuelto en llamas, cuando desde las mismas paredes, resuena mi nombre, alguien me está llamando, pero no sé quién es, me grita desesperado, dice mi nombre mil veces, acerca su rostro, su horrible rostro, se ríe y finalmente me escupe.

Break

Aun estoy atado a la cama con todo el cuerpo mojado….

Trato de ver en la oscuridad que me rodea, pero ni un ápice.

- Como te sientes – una voz escucho, pero no sé quien me habla, será dentro de mi cabeza. – como te sientes pregunte.

- Quien eres – manoteo al aire.

Puedo mover una mano, pero no las demás extremidades. Sigo manoteando, tratando de alcanzar algo que no veo. Desisto y toco mi rostro, mi cuello, mi torso, mi otro brazo, mi cintura, y más allá, si todo está donde debería estar.

- Quien eres – vuelvo a preguntar al aire – Donde estoy?

Algo está quemando mis pies y duele, duele mucho. Siento el olor a piel quemada.

- Por favor, quien eres – pero en vano – dime porque me haces esto.

El ardor termina.

- No me sigas haciendo daño, yo nunca he hecho daño – sentí una pequeña risa en tono de burla.

Nuevamente me puse a pensar, teniendo tantos enemigos, quien podría ser el que me estuviera dañando.

- NOOOOOOOOOOO – un dolor horrible, algo me está traspasando la carne, algo me está quemando la piel, algo me está perforando mis pies, trato de moverlos, pero estos están bien sujetos a la cama. Cama? No, no estoy en una cama.

El ardor comienza a subir, poco a poco, lentamente, por mi pierna izquierda, quemando hasta el hueso, el dolor es indescriptible.

- Por favor – digo entre lágrimas- no sigas.

El ardor termina, pero comienzo a sentir un cosquilleo, como miles de hormigas en mi pie. Miles de hormigas comiendo mi carne.

Una luz se enciende unos metros mas allá, una luz lúgubre y tenebrosa, algo se interpone entre la luz y mi visión, algo o alguien comienza a acercarse, ese algo o alguien, algo arrastra en su mano, pero no puedo notar lo que es.

- Heyyy por favor, no me hagas daño, no sé quién eres.

Desde lo profundo de lugar donde estoy, escucho una dulce voz de una joven mujer que dice….

- Estas seguro que no me conoces?.

La sombra se sigue acercando y la pregunta sigue sonando en mi cabeza. Mientras más se acerca la sombra mas terror siento, si es que a estas alturas se puede sentir algo. Viene caminando muy lentamente hacia mí, sea lo que sea que arrastre no lo quiero conocer. La sombra se detiene y levanta el artefacto que arrastraba, lo deja caer con fuerza encima de mi pecho, siento como mis costillas se rompen, siento como los huesos se astillan y se incrustan en mi carne, el segundo golpe solo termina de moler lo poco y nada que había quedado. El tercer golpe ya no lo siento.

En un acto de desesperación trato de zafarme, pero solo logro que mi piel se abra justo en el lugar donde recibí el primer golpe, siento como la sangre abandona mi cuerpo, pero ya no siento dolor.

Los dos siguientes golpes destrozan mis rodillas, dejando solo un amasijo de carne y huesos. Luego se vienen los dedos de mis pies. Mis manos, mis brazos, todo es un concierto de huesos rotos, pero nada de dolor, es más me empiezo a reír, me rio en la cara de la sombra.

- Necesitas hacer algo mas para provocarme dolor – aunque no se me ocurre que mas podría hacer – no te tengo miedo, no has logrado tu meta, aun sigo aquí, quienquiera que seas…

- Estas seguro que aun no me conoces?

Me quedo callado nuevamente, creo que me da más miedo la voz en mi cabeza que los golpes de mi ejecutor. Pero en un acto de valiente rebeldía grito

- No sé quién eres maldita, y no me interesa saberlo-

- Estas seguro que no me conoces? –

- Púdrete, más daño ya no me puedes hacer –

- Estas seguro que no me quieres conocer? –

- No, solo eres una maldita voz que está en mi cabeza.

Si una maldita voz en mi cabeza, como todas las demás que siempre me han hablado, si como todas las demás, todas un martirio y un dolor. Aquella que me decía que el mundo me odiaba, aquella que contaba con voz de niña “mata a tu familia”, sobrevinieron estos recuerdos nuevamente, maldita voz.

- Estas seguro que no me quieres conocer?-

- “mata a tu familia”

- Eres un maldito fracasado – la voz de mi madre apareció

- NOOOOOOOOOOOOOOO – grito desesperadamente – no mas, mátame ahora mismo, pero no sigas hablándome.

Solo vi venir el golpe a mi cabeza……………………………………………………….

Alguien me golpea, una y otra vez...

-Despierta dormilón, no creo haberme demorado tanto, solo me fui a cambiar de ropa, para estar mas cómoda –

Qué? Que había pasado, donde estaba, no entendía nada.

- No, por favor no me hagas daño – dije al aire.

- Tontito daño es lo que menos te hare-

- Qué? Que paso? Quien eres? – no entendía nada

- No recuerdas, te dije que te pusieras cómodo, tomaras algo, pero nunca que te durmieras, en todo caso no fueron más de 10 minutos

Instintivamente me toque mi cara, mis piernas, mi pecho, estaba entero.

- Que te paso, estas pálido, quizás el alcohol te hace mal, quieres ir al baño?

- No, estoy bien, solo fue un lapsus, lo siento, en que estábamos –

- Salud – me dice alargándome una copa – por lo que se viene

- Si salud, por lo que se vendrá – le digo yo, sin mucho ánimo para ser sincero.

Le acepto lo que me está ofreciendo, y sea lo que sea, me lo tomo rápidamente. Sea lo que sea, me quemo completo por dentro. Luego se me acerca y con sus manos toma mi cabeza, arremolina mi pelo y mirando fijamente a mis ojos me dice…

miércoles, 17 de febrero de 2010

el cambio

- Me siento mal creo que necesito otro trago, espera aquí, no te vayas a mover –

- Mi flujo sanguíneo está concentrado en una sola parte y no son las piernas – uff comentario de salón, de esos que te arrepientes cuando terminas de decirlo, aquí acabo todo. Solo me miro, se sonrió y dijo

- Tontito, no dejes que se te vaya la sangre entonces-

Suspire aliviado, realmente hoy sería el día, por fin, después de tanto tiempo en cuarentena. Mientras iba por los tragos, fui directamente al baño, a mojarme un poco la cara y a conversar con mi interior, que es la típica conversada de espejo, esa que te hace reaccionar cuando estás en estado nonaction.

Rápidamente volví al lugar que me correspondía, en eso apareció ella, y para sorpresa mía, no traía vasos en sus manos, traía una bolsita de género rojo, con algo pesado en su interior, se quedo un rato en el dintel de la puerta mirándome, como diciendo “aquí te las traigo peter”, empezó a caminar hacia mi lentamente, riendo. No les miento, pero sentí un poco de miedo, que mierda querría.

Una vez que llega a mi lado, se sienta encima mío, y me dice…

- Adivina que es lo que tengo aquí?-

- Hipoglos?? – pfff que talla

- Nopes – mete la mano y saca una juego de esposas relucientes.- Juguemos a que te habías portado mal y yo te encarcelaba y luego,…. Tú sabes…

No me iba a negar, aunque quizás si debía hacerlo. Como no opuse ninguna resistencia, me agarro una mano, me puso la esposa y la ato a una de las patas de la cama, luego repitió lo mismo para mi otra mano y luego siguió con mis pies. A esta altura ya no podía disimular mi excitación, aunque por lo visto ella no le daba importancia.

Se me acerco a la cara y me empezó a lamer, los ojos, la nariz, los labios, la pera, la frente, las orejas, todo un tiritón me recorrió mi cuerpo. Luego siguió por mi cuello, pecho, estomago, uyy, falta poco decía para mi, de ahí se devolvió al pecho, al cuello, a mi cara nuevamente, que paso??? Nuevamente volvió a mi pecho, al estomago (sigue, sigue, sigue), ahora si siguió, tomo entre sus manos mi, en ese momento, excitadísimo miembro, y comenzó a frotarlo y presionarlo. Presionaba cada vez un poco más fuerte, yo excitado a rabiar, no notaba nada, como ella veía que no reclamaba, comenzó a presionar mas y mas fuerte, cuando ya pase de la excitación a un poco de malestar, ella con una sonrisa de oreja a oreja, siguió apretando y mas y mas, uy que dolor, ya no estaba cómodo, me sentía pésimo, pero cuando note que su rostro, es mas sus labios se acercaban cada vez más, trate de hacer caso omiso, pensando que quizás era media salvaje y tenía que dármelas de resistron no más. Cuando ya está a punto de hacer contacto, me mira y me dice…

- Que ya no me recuerdas – y presiona con más fuerza que antes….

martes, 16 de febrero de 2010

La velada

- Salud por el presente y por una velada que no olvidaras- otro guiño de ojo

- Salud – le digo – Salud –otra vez le digo – que sea una very nice night – obviamente el primer trago ya me había hecho soltar un poco más la lengua.

- Yeah, una muy buena noche que sea – y chocando mi vaso, empieza a tomar su trago.

Yo obviamente después de una segunda vuelta de tragos, la tercera viene más fácil. Con el paso del tiempo, la conversación se hizo más fluida, mas risueña, todo parecía como sacado de una comedia, decía algo y se reía, pero no RISA, sino que una coqueta mueca de su coqueta boca.

Yo ya un poco mas mareado que al principio, pero sin perder la razón, solo esperaba el momento para poder acercarme lo más posible y entrar ya en un terreno más intimo.

Pero cuál sería mi sorpresa, ella seguramente pensaba lo mismo, ya que se me acerco y con sus manos tomo mi cabeza, arremolino mi pelo y mirando fijamente a mis ojos me dijo…

- Te quiero llevar a mi cama, pero quiero que me prometas algo –

- Lo que sea- en ese momento era capaz de prometer realmente lo que fuera.

- Cuando amanezca quiero que olvides todo lo que te ha pasado hoy, que me olvides a mí, donde vivo, todo lo que pasara esta noche.

- Pero – no sabía que decir –

- Promételo – me dijo casi en un estado de histeria

- Ok, será difícil pero juro que lo hare – realmente lo haría?

Ella se levanto me tomo dócilmente de la mano, y como quien guía a un cabro chico me llevo por el pasillo hacia la ultima puerta, la abrió y entramos a su pieza, aun su mano fría tiene agarrada la mía, su mano fría, porque estaba su mano fría, me extraño este pequeño detalle y ya le iba a preguntar, cuando con una rapidez inusitada me empuja y me tira de espaldas en la cama. Me incorporo rápidamente, quedándome sentado en la orilla de su tremenda cama y me quedo mirándola, y comienzo a pensar, que diablos estoy haciendo acá. Quizás puse mi mejor cara de nervios, ya que ella se me acerca nuevamente, y me toma con sus manos gélidas mi cara, y me dice, o más bien me pregunta

- Nerviosito?-

- No – le digo, después lo pienso mejor – si un poco

- Bueno, no lo estés, ten la seguridad que nada malo te pasara, solo cosas buenas.

Se alejo de mí,

- Esto es para ti –

Comienza a moverse lentamente, al ritmo de una música invisible, contoneándose de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Toma su pelo, agarra su cabeza (pensé que se la iba a sacar) y empieza a juguetear con sus manos en su cuerpo.

Yo solo atinaba a mirar, pero a los mil grados que hervía mi sangre me estaban poniendo medio excitado.

Ella seguía moviéndose, con su música invisible, y de repente empezó, lentamente a sacarse la polera, dejando al descubierto la cadera, y que cadera, poco a poco, hacia arriba, eso sigue así, pensaba en mi interior, una vez quitada la polera, se me acerca, se sienta encima, y comienza a restregar su pecho en mi rostro, toma mi manos y las pasa por su espalda, por su delicada y finísima espalda. Luego se desembaraza de mí, y nuevamente enfrente mío sigue con su baile y con su música invisible. Ahora sus manos van a su cintura y lentamente, sensualmente, comienza a quitarse los pantalones (más bien el buzo), dejando en claro que la mitad de arriba de su cuerpo no tenía nada que envidiar a la mitad de abajo.

Nuevamente se me acerca, me levanta, y comienza a sacar mi ropa, muy lentamente, a esta altura ya se podía cocinar lo que fuera en mi cuerpo, el calor interior era insoportable, ya no atinaba a nada, solo me dejaba llevar. Y realmente era difícil hacer algo, ya que la circulación de mi sangre no llegaba ya a mis pies.

Una vez semidesnudo nuevamente me arroja sobre la cama, se lanza encima agarra nuevamente mi rostro y acerca su boca a mi oreja, saca su lengua y me la pasa por el lóbulo, y con una voz casi imperceptible me dice….

jueves, 4 de febrero de 2010

el departamento

- no tengas miedo, no estoy aquí para sacarme un empacho, no estoy para probar nuevas sensaciones, aunque quizás puedas ser una sorpresa absoluta, o no? –

Nuevamente me mira con esos ojos, pero su mirada es distinta, ya no es dulce, ahora es mas oscura, de hecho me dio un poco de miedo.

Sin que lo note estiro mi mano hacia la puerta y trato de subir el pestillo de la puerta, pero sin éxito. Realmente estaba encerrado a merced de xxxxx, mi mente empezó a crear un escenario siniestro total, me dio esa maldita comezón en la nuca, como cuando me enfrento a partes oscuras, seria ella la “reina de la oscuridad”, este pensamiento me hizo esbozar una ligera sonrisa.

Fue como esa vez que termine de leer unos comics que me habían prestado. Quede tan alucinado con la historia, que juraba que mi vecina era oscura y no solo de tez, sino que la rodeaba un halo de oscuridad. La odiaba, por que ella y no yo podía tener ese halo, eso que hace que los demás te tengan miedo, en ese tiempo, me hubiese encantado que el mundo me temiese, que me miraran y se apartaran de mi lado, que respetaran mi paso. Jajajaja, pero al final solo era un mocoso, bueno no tan mocoso… Ahora que lo pienso era un pensamiento bastante estúpido, que no me hubiese servido para los tiempos de ahora.

Xxxxx capto mi sonrisa.

- de que te sonríes? Supongo no será de mi?

- No – le digo yo – solo tuve un recuerdo de mi infancia –

- Y, se puede saber cual fue ese recuerdo –

Le explique lo que estaba pensando, obviamente omitiendo que mi mente seriamente estaba pensando que ella era la reina oscura, creo que hubiese roto el momento.

- Ok – me dice ella – sabes, no quiero ir a ninguna parte, te invito a mi departamento a tomarnos unos tragos –

- Hasta que nos floten los ojos? – pregunto, ella me mira interrogante – es lo que digo cuando quiero tomar hasta perder la conciencia –

- Ahh, jaja, pero no quiero que la pierdas, perdería todo el encanto del momento que viene –

Eso fue un disparo directo a mi rostro, ella buscaba solo placer. O quizás, no buscaba eso, quizás buscaba a algún iluso para hacerle quizás que cosa. Nuevamente mi mente traspapelo todo el momento, el miedo, el cual había perdido un minuto atrás, se volvió a instalar dentro de mi. Hizo andar su camioneta, nada que decir.

Manejo en un aparente estado de sobriedad. No pasaba los 80 kilómetros por hora. Toda una dama para conducir.

Después de un recorrido de mas o menos 20 minutos, llegamos a su departamento. Departamento, por favor, era una mansión (guardando las proporciones) comparado al antro donde yo vivía. Abrió el portón eléctrico, y bajamos a estacionar la camioneta. Luego nos subimos al ascensor y ella marco el piso 13. Numero de mala suerte, esperemos que en este caso no lo sea. Nos bajamos del ascensor y nos dirigimos a su departamento, 1366 era el numero. Me di cuenta que la puerta no tenia cerradura convencional, tenia una lectora de tarjeta, que sofisticado, nunca había tenido “relaciones” a tan alto nivel, nuevamente este pensamiento me hizo distender y definitivamente erradique el pensamiento de la reina oscura y todo, eso. Supongo no me haría nada estando en su departamento, bueno su supuesto departamento. Y si no era de ella, si había alguien esperando dentro?. No, maldita mente, te prohíbo que pienses esas tonteras. Saco su tarjeta de su cartera, pero antes de abrir la puerta me dice…

- Espero no te arrepientas en este momento –

- Como se te ocurre – le digo sin estar total mente convencido de querer arrepentirme.

Entramos, el departamento era tremendo (literalmente hablando), como los departamentos del complejo coraceros en 15 norte en Viña.

- Ponte cómodo, pon música, sirve tragos, mientras me iré a poner mas cómoda – me guiño un ojo

- Ok – balbucee, a esta altura mis nervios me estaban devorando.

Me saque la chaqueta y la puse sobre un sillón blanco, un tremendo sillón blanco, camine mirando para todos lados, para acostumbrarme a la idea de que SI debía estar ahí y no en otro lado. Me dirigí al mueble donde estaba el equipo, busque algo de música, revise todos sus discos compactos, y me extraño no conocer casi ninguno de los artistas que existían en esta colección, así que casi al azar tome un disco de Claude Big Rolling Band o algo así, y lo puse, Jazz en vivo, que buena idea.

Fui al Bar, saque una botella de Ron, coca cola, hielo, y me hice el primer combinado de ron-cola, el cual me lo tome en dos segundos. Calmando pasiones.

Apareció ella, venia con ropa definitivamente más cómoda, jaja y yo que pensé que, al igual que en las películas, aparecería con camisón transparente. Se me acerca se sirve un trago, me invita a sentarnos al sillón, al tremendo sillón blanco, me estira su vaso y me dice….