miércoles, 14 de abril de 2010

la inyección

Un manchón de luz, difuso… no puedo ver nada, solo esa maldita luz.

El manchón comienza a aclararse. Pero así y todo no distingo ni un carajo.

Estaba gastando mis fuerzas para poder ver a mí alrededor, cuando me di cuenta que además de estar ciego, nada escuchaba.

Que había pasado?

No me podía mover tampoco. Donde estaba?

Siento un poco de aire frio que recorre mi cuerpo.

Mi oídos empiezan a captar un leve zumbido, como una gran avispa que se acerca y aleja, dando vueltas por mi cerebro.

Poco a poco empiezo a captar susurros, como de mucha gente, conversando entre ellos. Pero no alcanzo a entender lo que dicen.

Me trato de tranquilizar, para poder captar algo, y para ver si mis ojos vuelven a funcionar de nuevo.

Estaba en eso, cuando frente al gran manchón de luz que tenia, una sombra se posa. Noto que la intensidad de la luz baja un poco, y la sombra desaparece, y si, la luz había bajado un poco en intensidad.

Comencé a pensar que era lo que había pasado.

Cuando estaba tratando de recordarlo, empecé a notar que mis oídos comenzaban a captar ya no solamente susurros, sino que empecé a entender algunas palabras. Algunas palabras que me hicieron sentir un miedo tremendo.

NOOOOOOOOOOOOOO!!!! Grito.

De repente alguien me toma de los brazos, los cuales no puedo mover. Donde estaba, no tenía idea.

- Señor – escucho a lo lejos- señor, se encuentra bien?-

- Qué? Que pasa, quienes son ustedes, porque quieren matarme?-

- Señor, tranquilícese- me dice y como conversando con alguien más - le pondremos otra inyección para que así………

Ya no escuche nada. Sigo tratando de zafarme.

NOOOOOOOOOOOOOO!!!! Grito.

De repente siento un golpe en mi cara.

- Quédate quieto- escucho a lo lejos – solo estas apresurando lo inevitable.

- Qué? Que pasa, quienes son ustedes, porque quieren matarme?-

- Calla – me dice, y como conversando con alguien más – pónganle otra inyección para que así …………………..

Ya no escuche nada. Sigo tratando de zafarme

NOOOOOOOOOOOOOO!!!! Grito

De repente siento algo helado en mi frente.

- Hijo no te muevas – escucho a lo lejos- solo estas un poco enfermo

- Qué? Que pasa, quienes son ustedes, porque quieren matarme?-

- Shhhhh cariño-me dice y como conversando con alguien más- póngale un sedante en el suero para que así………..

Ya no escuche nada. Sigo tratando de zafarme.

NOOOOOOOOOOOOO!!!! Grito

- Compadre cálmese – escucho a lo lejos – solo te extralimitaste en la dosis

- Qué? Que pasa, quienes son ustedes, porque quieren matarme?-

- No hables mas- me dice y como conversando con alguien más – debemos ponerle una inyección rápida en la vena para que así……….

Ya no escuche nada. Sigo tratando de zafarme.

NOOOOOOOOOOOOO!!!! Grito

Pero ya no escucho nada…….


Al rato me despierto, parece, o ya estaba despierto de antes?

Siento manos que tocan mi cuerpo desnudo. Uñas que intentan clavarse en mi carne.

Abro los ojos pero no veo nada de nada.

Quiero despertar, solo es un mal sueño, como todos los malditos sueños que he tenido este último tiempo, quiero despertar, pero no puedo. Sigo cayendo en el pozo oscuro con ruido blanco intermitente. Escucho las voces cuando alguien se acerca, trato de despertar antes que lleguen, ya que tengo miedo de morir cuando intenten despertarme.

Se acercan poco a poco, y no puedo despertar.

Creo que ha llegado el momento de dejarme llevar y dejar que pase lo que tenga que pasar. No quiero más muertes en mis manos, están sucias de tanta sangre derramada.

Abro los ojos, y veo un ángel negro, sentado a mis pies, que me mira sin decir una palabra, está quieto como una estatua. Solo me mira, no se mueve, estará vivo me pregunto.

Pensando en eso estaba cuando noto que el ángel negro se mueve. Se levanta de mi lado y me dice

- Pagaras por todos tus pecados, beberé tu sangre, por la sangre que has derramado, no mereces seguir ni un minuto más con vida-

- No – le digo yo- no quise hacer daño a nadie.

- Pero lo hiciste y mereces un castigo. todos tus pecados desde que naciste los pagaras ahora, en el último minuto de tu vida.

- Yo no quise nacer- digo entre sollozos- yo no pedí nacer.

El ángel negro se ríe, y comienza a crecer, de sus ojos emana fuego y de su boca un rio de sangre nace. Sigue creciendo y ya no puedo ver más, que solo al maldito ángel negro.

- Sufrirás como sufrieron ellos – dice moviendo su mano y apuntado a un rincón.

En el rincón veo a todos aquellos que murieron por mis manos, mirándome y apuntándome, sentenciando mi vida.

- Muere, muere, muere…..

El ángel negro se sigue acercando y creciendo, levanta su mano negra y la pone en mi cabeza. Siento calor y mi cabeza empieza a quemarse. Dolor. Trato de gritar, pero ya nada sale de mí.

Empiezo a caer en un pozo sin fondo. Mil años de horrible sacrificio.

De repente escucho una voz suave de mujer que me dice

- Hola, sabes hoy me han dejado sola, de nuevo……

miércoles, 7 de abril de 2010

la grabación

No, la idea que cruzo por mi mente era repugnante, así que decido que lo mejor será dejarla en su departamento. Ya he perdido mucho tiempo estando acá. Me acerco sigilosamente a la puerta de entrada del departamento. Y veo para ambos lados, no andaba nadie. Voy a buscar a la vieja y me la hecho encima, no sin antes ponerle una bata para tapar su torso desnudo. Nuevamente me acerco cuidadosamente a la puerta, la abro despacio y miro nuevamente para ambos lados. Todavía no se ve nadie, agudizo el oído para escuchar si algo o alguien se acerca, nada, solo mi respiración entrecortada por cargar a la vieja. Abro un poco más la puerta y me voy directamente al departamento de la señora, pero hay algo que no se me ocurrió pensar, la puerta del departamento de la señora, estaría abierta, sino era así, entonces estaría en un serio aprieto, ya que no tenia como abrirla. Camino un poco más y mala suerte, la puerta estaba cerrada. Maldición, de vuelta al departamento, tenía que buscar la tarjeta de entrada en la ropa que quedo toda desperdigada por la habitación. Entro al departamento y dejo a la vieja encima del blanco sillón, que ahora definitivamente no era blanco. Voy a la pieza y busco en la ropa de la vieja hasta que encuentro la tarjeta. Nuevamente tengo que cargarla, uff ya no estoy para hacer trabajo tan pesado. Me acerco a la puerta y reviso a lo largo del pasillo que no se aproxime nadie. Camino en dirección al departamento, cuando estoy a unos cuantos pasos, suena el maldito timbre del ascensor, alguien bajaría en ese momento, en ese piso. Y se encontraría con un extraño cargando el cuerpo de una anciana. Pierdo un segundo pensando que hacer, si me devuelvo o sigo avanzando y trato de entrar al otro departamento. Casi sin tiempo de hacer nada sigo caminando, me acerco a la puerta, justo en el momento en que la luz del ascensor indica que las puertas se abrirán. Paso la tarjeta por el lector y, no puede ser, luz roja, la puerta no se abre, la luz del ascensor empieza a titilar, indicando que definitivamente las puertas se abrirán. Paso nuevamente la tarjeta y nuevamente lo mismo, maldita luz roja, me impide la entrada. Empiezo a sudar helado, paso y paso la tarjeta y luz roja, luz roja. Escucho el clic de las puertas del ascensor que comienzan a abrirse. Aun sigue la maldita luz roja, me doy media vuelta entregado a lo que sea. Las puertas aun continúan abriéndose, finalmente se abren completamente y… nadie estaba dentro del ascensor.

Comienzo a respirar mas tranquilamente, cuando el ascensor de al lado comienza a emitir los bips de que luego abrirá sus puertas.

Inmediatamente me doy media vuelta y paso la tarjeta, y, por fin luz verde, entro y cierro rápidamente la puerta, no me doy tiempo a ver si realmente alguien bajo del ascensor. En este momento lo único que importa es que deje a la señora de lado, ya que estoy agotadísimo, me duelen las piernas, el pecho, me duele todo.

Voy directamente al dormitorio para dejar a la veterana, y, definitivamente este día estará muy movido.

En la cama esta, creo, el esposo de la veterana conectado a un tubo tremendo de oxigeno. Al momento mi cara se ilumino y mi mente me mostro una foto del viejo moribundo envuelto en sangre teniendo sexo con su señora (creo) difunta. Dejo a la vieja encima de la cama, el viejo solo mueve los ojos. Por lo visto todo lo que se viene ahora será una tarea muy sencilla…..

Acerco mi rostro a la cara del viejo, me queda mirando fijamente, me quiere decir que no le haga nada, obviamente no emite sonido alguno, son sus ojos los que me hablan, me sonrío y le digo

- Lo siento anciano, pero llego el momento de que pidas tu último deseo-

Le acaricio los pocos pelos que quedaban en su casi calva cabeza. Le doy un beso en la frente y le prometo que en unos minutos estaré con el nuevamente.

De repente recuerdo la cámara, se me había quedado en el otro departamento. Bueno tenía que ir a buscarla, no me quedaba otra solución. Supongo que ninguno de los viejos se ira a mover, así que puedo salir sin problemas y volver tranquilamente.

Abro la puerta y asomo la cabeza para ver por el pasillo, nadie. Salgo, camino despacio, y entro al departamento.

La cámara, donde estará.

Recuerdo que la tenía en mis manos cuando me tope con la vieja. Luego la cama, si el velador.

Bueno ahí estaba, creo que podría tomarme un poco de tiempo para terminar de ver la cinta, para salir de la duda de todo lo que había pasado un rato antes.

Retrocedo un poco la cinta y pongo play

- Te invito a que vayamos al dormitorio, te tengo un “tremendo pedazo de sorpresa” –

- Uyyy que rico suena eso –

La mina del sillón.

- Sí, creo que te gustara mucho lo que se viene ahora, muéstrame algo de lo tuyo para dejarlo grabado-

- Supongo que es para tu uso privado-

Solo muevo la cabeza asintiendo. Ella se para del sillón, se acerca a la cámara y empieza a contornearse, y se mueve para todos lados, muy descocada, provocadora y sexy, se notaba que sabía qué hacer.

Se comienza a sacar la ropa, lentamente.

Le invito a que camine hacia el dormitorio y yo la sigo, grabando, todos sus movimientos.

- Alto – le digo- no te muevas de ahí aun. Tengo que revisar la pieza.

- Pero..

- Nada de peros, no puedo dejar que entres a la pieza desordenada…

Claro ahora recuerdo, la dueña del departamento, la sangre en el baño, la cama con sangre, la vieja en la cama, la cama con sangre. Por lo visto no fue buena la idea de ir al dormitorio.

La cámara se mueve más rápido y ella sigue detenida. Riéndose y mirándome.

Entro en la pieza, aun sigo grabando. Pero todo estaba en orden. La cama no estaba hecha, pero no había nada extraño, nada que hiciera pensar que algo malo debió haber pasado.

La cámara se mueve al baño, y nada. Las paredes limpias. No cuerpo, no sangre, no nada.

Ahora sí que estoy más confuso, la dueña, estoy seguro que la mate, recuerdo los gritos y las voces. La vieja definitivamente la mate y la tengo en su departamento acostada al lado de su esposo (creo) y lo más seguro es que también me cocine a la putinga esta. Sigo con la cámara.

- Hey – ella entrando a la pieza

- Te dije que no te movieras de donde estabas-

- Te estabas demorando mucho y como nada escuchaba, entre para ver qué pasaba-

- Nada, no pasa nada, entra y ponte cómoda-

Mientras la sigo grabando, ella se recuesta sobre la cama y empieza a mover sus manos como incitando a que me abalance sobre ella.

La cámara la dejo en el mismo mueble, enfocando directamente a la cama.

Me acerco a ella, y le empiezo a tocar su cuerpo, joven, frágil, delicado, suave…

La toco por todos lados, me estoy dejando llevar por el momento, le acaricio su pecho, su estomago, sus piernas, que suaves que son.

Ella tiene sus ojos cerrados y se deja llevar por las sensaciones. Yo la imito y cierro mis ojos y me dejo llevar por las sensaciones, que a simple vista me tenían trastornado.

Le toco sus muslos, le digo que se de vuelta, y le empiezo a acariciar su espalda, sus nalgas, sus piernas, su cuello, su espalda.

Ahora le comienzo a tocar con ambas manos, todo su estupendo y bien formado trasero, dejo deslizar mis dedos entre medio de sus nalgas. Suave al principio, pero de a poco comienzo a ponerle presión. Mis dedos definitivamente están buscando algo, pero solo ellos lo saben.

Ella me dice que me quite la ropa, no le hago caso. Le sigo presionando todo su culito formadito. Y poco a poco mis dedos se van perdiendo, ella comienza a gemir, delicadamente. Un dedo, y gime un poco, dos dedos y gime mas.

Cuando voy por el tercero ella pega un respingo, y me dice que no siga, que molesta.

No jodas, te pagare por esto le digo.

Ahí va el tercer dedo y ella ya no gime, sino que se le escapa un pequeño grito. Se mueve bruscamente, corre su cuerpo de mi lado. La quedo mirando

- Mal pensado-

- Lo siento no quiero seguir con esto, me incomoda.-

- Ok, no sigamos, disculpa, si quieres te puedes ir-

- Págame lo que me debes y me iré-

- Bueno – la plata la tengo aquí en el velador

Me doy media vuelta, me acerco al velador, haciendo ademan de abrir el cajón, pero agarro la lámpara, y rápidamente la golpeo en la cara. No alcanzo a decir nada la puta, y quedo inconsciente.

- Dinero querías, aquí está tu paga- y la seguí golpeando con el pesado armatoste.

Luego miro a la cámara, me paro de la cama y por lo visto puse stop.

Vuelvo en mí, tratando de recordar que paso de nuevo. Pero nada, mi mente me ha jugado una muy mala pasada.

Respiro rápidamente, entrecortado. Recuerdo al par de viejos en el departamento. Al no tener que hacer nada mas en este departamento, decido que es hora de terminar luego todo. Y salir lo más pronto posible del edificio…

Me voy al departamento de los viejitos. Y directamente al dormitorio. Y mi sorpresa fue mayúscula, cuando solo veo a la anciana tirada. Pero del viejo ni luces.

Que paso, había un viejo acá… en eso estaba pensado cuando siento un pequeño TUC en mi cabeza y todo se fue a negro……

viernes, 19 de marzo de 2010

la cabalgata

Sea quien haya sido se fue, estoy realmente de una suerte tremenda.

Me devuelvo al dormitorio, pero me siento un poco cansado, no sé porque, así que me desvió de mi camino y me voy a la cocina, buscando algo para comer. O tomar, porque no?.

De todas maneras me preparo un pan con “algo”, y un vaso de bebida, bebida de dieta para mantener la delgada línea. Tomo el pan con las manos llenas de sangre, no importa, sabe mejor.

Me devuelvo comiendo hacia el dormitorio a terminar lo que estaba haciendo. Extirpar el segundo juego de meniscos de la anciana. Y quizás, nuevamente satisfacer mi hambre sexual con la vieja, porque no?. En una de esas podría hacer un “tour de france”, jaja me rio solo con este pensamiento.

Recordé esa vez que nació esa frase, estábamos con uno de mis compinches y nos estábamos comiendo a una mina…. Pero eso es harina de otro costal.

Me enfoco en terminar luego lo que estaba haciendo, para así poder salir del departamento, y no volver nunca más. Pero el destino estaba pensando lo contrario, ya que tendría que volver más adelante.

Masque nuevamente el “sanguche” y tome un nuevo sorbo de la bebida dietética. Llegue al lado de la cama, y deje el pan y el vaso en el velador, si el mismo de donde saque la lámpara. Como obviamente debía pasar, el velador tenía un poco de muestra sanguínea mezclada con un poco de piel, por lo que el pan se empezó a impregnar de esa “nueva” especie de mermelada.

Bueno a lo mío, después de un par de minutos sostengo en mis manos el preciado tesoro, el cual dejo en el velador, al lado del otro par obtenido hace un momento atrás.

Veo hacia la cama y veo a la pobre vieja tirada encima hecha puré.

./tu madre podría recibir el mismo castigo/.

Oh no, otra vez la voz, pero esta vez no hago nada, o mejor dicho, no intento acallarla, la dejo que se exprese.

./podrías cortar de raíz todos tus miedos y matar a tu madre/.

- Y de pasada a mi hermana, y a mi ex – digo en voz alta

./si, no es mala idea, pero deberías juntarlas, las tres al mismo tiempo, eso sería una real obra de arte y todo un reto/.

Claro que sería una real obra de arte, las 3 agonizando, al mismo tiempo, bajo el mismo cuchillo, y mirándose cada una de ellas, sin poder cerrar los ojos. Y un reto total, juntarlas a las 3 requería un par de negociaciones extra.

Me concentro nuevamente en la anciana, la tomo por el hombro y la cadera y la doy vuelta, toda su espalda llena de sangre, pero sin ningún corte, que desperdicio más grande, creo que demorare un poco más en salir de este departamento.

Nuevamente me quito la bata, y me subo encima de la vieja, justo encima de su trasero. Para ser vieja no tenía una espalda tan deteriorada, me encantan las espaldas lisas, pero bueno a falta de ellas por ahora, me conformare con la que tengo frente a mis ojos. Le acaricio la espalda, con ambas manos, le toco el cuello, los hombros, los brazos, la espalda nuevamente. Me muevo un poco hacia atrás y quedo sentado unos veinte centímetros más abajo. Alcanzo el cuchillo que había dejado encima del colchón. Y se lo entierro directamente en el cuello, lo mantengo presionado hasta que no puedo más, ya que habría llegado al hueso la punta, y lo tomo con las dos manos y los deslizo suavemente hacia abajo, pero manteniendo la presión, siempre rozando las vértebras. Me detengo cuando llego a la altura de la cintura. Luego me voy nuevamente al cuello y le entierro el cuchillo dos centímetros más, a la izquierda, al lado de la primera “incisión” y nuevamente la deslizo hasta la cintura, otra vez me voy al cuello, lo entierro dos centímetros más, a la derecha ahora, de la primera cortada, o sea a cuatro de la última. Y deslizo hacia abajo, ninguno de los 3 cortes ofreció problemas, ya que mucha carne no había, era más bien piel.

Los tres cortes hechos a la señora, nuevamente producen una excitación en mi mente ya obnubilada, por lo que aprovecho la postura en la que me encuentro, y aprovecho de satisfacer mi instinto sexual. Mientras estoy “enterrando” a la vieja, mis manos se van a los cortes, tomo el cuello cortado, y agarro con mucha fuerza el principio de los cortes. Y mientras “cabalgo”, tiro con fuerza, quiero arrancar ambas pistas de carne, o más bien piel, con un poco de carne. Pensé que sería tarea fácil, pero me equivoque, la piel estaba bien pegada en el cuerpo de la viejita, y mientras más tiraba más le hundía el miembro en su trasero. Realmente era una verdadera cabalgata la que estaba haciendo, creo que si hubiese tenido un espejo, hubiese notado como la saliva corría por mi boca.

Las coincidencias de la vida, “acabo” justo cuando puedo sacar ambas lonjas de carne. Que furor.

Nuevamente me voy al baño, una nueva ducha, porque ahora sí que quede sucio, si me viera mi madre, me regañaría.

Salgo de la ducha me visto, busco algún bolso de la ex dueña del departamento, y guardo el par de meniscos y el par de lonjas.

Ahora solo me queda ver que hago con el resto de la anciana. Creo que lo mejor será llevarla a su departamento y dejarla ahí. O quizás mejor…..

martes, 16 de marzo de 2010

el timbre

Con todas mis fuerzas la subo a la cama, su ropa empieza a teñirse de rojo. La empiezo tranquilamente a desvestir. Prenda por prenda. Hasta dejarla totalmente en cueros. Arrugadita estaba la vieja, habría que entrar a investigar cual es el pliegue exacto por donde comenzare a satisfacerme. Estoy hurgando con mis dedos por toda su entrepierna, cuando en el momento exacto en que encuentro su entrada al estadio, la vieja se despierta y comienza a gritar, rápidamente agarro la lámpara que se encuentra en el velador contiguo y le golpeo ferozmente su cara, rompiéndole los labios, quebrándole la nariz, reventándole todo el rostro, quedando solo una masa sanguinolenta, ella trata de respirar, lo que hace que salte un chorro de sangre desde su boca hacia mí, manchándome mi ropa, esto me enfurece y descargo mas golpes sobre su rostro, hasta que ya deja de respirar. Dejo nuevamente la lámpara en su lugar, no quiero ser desordenado, y comienzo a sacarme la ropa, pero algo se me había olvidado. La cámara de video, tengo que grabar todo esto para la posteridad. Pero me encuentro en la disyuntiva, de tener que grabar encima de lo que ya había o me doy el tiempo de adelantar la cinta para grabar desde lo último. Como no quiero que el ardor se me pase, hago caso omiso, y dejo la cámara de lado.

Sigo sacándome la ropa hasta que quedo entero desnudo. Y comienzo con mi juego de perversión. Comienzo pasándole la lengua por todos lados de su anciano cuerpo, no importando que algunas de sus partes estén con su sangre o con la sangre de la otra. El sabor de la sangre en mi boca me exacerba.

- Querías saber que había pasado con tu maldita vecina, maldita vieja copuchenta, ahora sabrás.

Me voy a la cocina a buscar alguna arma afilada, otro cuchillo. Vuelvo donde la vieja y me siento encima de ella, la miro fijamente y comienzo a pasarle el cuchillo por el cuerpo, haciéndole pequeñas heridas superficiales. Mientras más cortes le hacía, mas excitado me ponía. Ya no podía controlar mi ímpetu. Por lo tanto con mi mano izquierda comienzo a masturbarme y con la derecha le sigo dando cortes. Mi mente en ese momento ya había volado, no sabía dónde estaba, solo sentía el éxtasis del asesinato. Seguí de esa manera por un tiempo hasta que ya no di más y termine por eyacular en la cara de la vieja. Mezclando el semen con la sangre, le tome la mano y se la pase por la cara, para esparcir esa mezcla tan afrodisiaca por todo su rostro, su rostro desfigurado.

Una vez que no queda más claro en su cuerpo como para poner otro corte, dejo el cuchillo de lado, y sigo acariciándole el cuerpo, la cama ya está toda teñida de rojo, mis piernas chapotean en la sangre, nuevamente vuelve la excitación y termino penetrando a la pobre y vieja señora.

Termino cansado, me dirijo al baño, me meto a la ducha y me mojo, tratando de sacar toda la sangre que quedo en mi cuerpo. Una vez terminado, limpiecito y perfumado. Me calzo una bata que encontré colgada y vuelvo al dormitorio y cojo el cuchillo, comienzo a acariciar sus rodillas, sentía en mis manos los huesos de la señora, tomo el cuchillo firmemente en mi mano izquierda y hago un corte un poco más arriba da la rotula, y luego otro corte muy cerca de donde comienza la tibia. Hago un círculo entre ambos cortes y saco la carne, dejando al descubierto los huesos de su rodilla. Tranquilamente corto el ligamento cruzado, para así dejar un poco más de espacio y poder llevar a cabo el fin de mi misión, que era sacar ambos meniscos, externo e interno. Con cuidado extremo de no dañar tan preciados trofeos, muevo los ligamentos y el tendón rotuliano, hasta por fin hacerme de ambos meniscos.

Los tomo en mi mano, los miro complacido y los dejo encima del velador. Para así entregarme en la tarea de quitarle los de la otra rodilla.

Comienzo nuevamente con los cortes, cuando suena el timbre.

Maldición, no hago caso, sigo con mi tarea, pero el timbre sigue sonando, por lo visto sea quien sea, no dejara de tocarlo. Dejo de lado el cuchillo y me voy a la puerta de entrada, pensado, ojala sea otra mujer.

Llego a la puerta y miro por el ojo de vidrio, y que suerte la mía….

martes, 9 de marzo de 2010

la veterana

Nada, camino un poco más, dispuesto a correr las cortinas del baño, ahí sí debería estar el cuerpo, ahí lo pondría yo pensé, aunque después de ese pensamiento, halle una forma más macabra de deshacerme del cuerpo. QUE?? Pero que estoy pensando, serán las voces que se cansaron de hablarme y ahora atacan mi pensamiento? Pero definitivamente decidí pensar que el cuerpo no estaría tras la cortina, ya que definitivamente hubiese hecho otra cosa.

Me acerque quietamente a la ducha, y corrí la cortina y no encontré nada, o sea casi nada, ya que en la pared un mano empapada en sangre dejo su huella, y el fondo de la bañera también estaba rojizo. Si bien la vista era impactante, lo que más me impacto es que no me dio nada el haber encontrado eso, como si ya supiera que realmente estaría esa marca ahí.

En eso un flash golpea mi mente, recuerdo las manos de ella todas llenas de sangre, tocando mi ropa, maldita perra toco mi ropa con sangre, me miraba y lloraba, gemía, lloraba, suplicaba por su vida, y yo reía.

#para que sepas lo que se siente suplicar por algo que ya no tiene vuelta, no recuerdas las veces que te suplique que no me dejaras, las veces que me humille delante de todo el mundo por recuperarte#

Pero a ella yo no le había suplicado.

#sufre, por todo lo que me has hecho sufrir#

No puede ser, que paso, porque, otro flash viene a mi mente inmediatamente, de ese día, si de ese mismo día que me dijiste que andabas con él, de cómo te vi feliz, de cómo maldije tu felicidad. No lo notaste, porque supe mantener este propio secreto, pero ese día me mataste. Y sabía que algún día iba a cobrar mi venganza.

Bueno, perdí una de las 3 opciones de encontrar el cuerpo, me quedan 2 para adivinar dónde diablos estará.

Me recuerdo la cámara, si la cámara, la dejare ahí y después terminare de verla, lo primordial era encontrar el cuerpo, si es que estaba ahí en el departamento. Aunque si seguía mi presunción asesina, ya sé que no lo encontraría ahí, pero, sigamos con el juego…

Me encamino directamente a la cocina, de donde supuestamente salió el cuchillo. Desde pequeño encontraba que sería placentero abrir un día el refrigerador, y en vez de encontrar un cadáver de pollo o de vaca, encontrar un cadáver de ser humano, así que me fui al refri y lo abrí, y ahí estaba, justo lo que andaba buscando, un refrescante jugo de naranja heladito, pero del cuerpo nada de nada.

Segunda alternativa elegida era incorrecta. De todas maneras agarre la caja del jugo, y me lo lleve conmigo, nuevamente me dirigí al dormitorio.

Como última opción me fui al balcón, en una de esas, la había dejado sentada tomando el fresco. Y no, nada tampoco había ahí.

Que decepción mas grande, si estaba ahí ya no lo sabría, ya que había acabado mis 3 opciones.

Así que seguí con lo que tenía que seguir, o sea, la cámara.

La tome en mi manos ensangrentadas, y retrocedí la cinta, para ver nuevamente lo que ya mis ojos habían visto hace un rato atrás.

Ahora más tranquilo veo como el cuchillo sube y baja y termina en una nueva cortada en el cuerpo de ella.

Era un cuchillo carnicero, de unos 15 centímetros de hoja y unos 10 de mango. Como no tenia sangría, para que este no se quedara como chupón en el pecho, después de dar la estocada, tenía que meter el dedo, para que así pudiera entrar un poco de aire y así poder soltar el cuchillo del cuerpo y poder volverlo a enterrar. De ahí viene la explicación de la maldita costra en mi dedo índice de la mano derecha.

Bueno sigo viendo el video.

Después de darle todos esos lindos y preciosos cuchillazos, que obviamente en ese momento era muy relajante. Me quito de encima y salgo de la visión de la cámara. Parece que voy al baño, quizás a lavarme las manos o que se yo. Pero me doy cuenta de algo, ella aun sigue viva, movió su brazo, primero pienso que es el típico acto reflejo de los primeros minutos de alguien muerto, algún musculo que se distiende o se recoge. Pero no, nuevamente lo mueve.

Aparezco en escena, miro a la muchacha. Me sonrió satisfecho (pensando que estaba muerta), me voy directamente a la cámara y la apago, o le pongo pausa. Bueno lo que sea, tras media hora de stop o pausa la cámara se vuelve a reiniciar, y ya no está en el dormitorio. Está en la sala de estar. Apuntando directamente al sillón. Pero para sorpresa mía, el sillón estaba ocupado por otra mujer. Una rubia espeluznante.

Que habrá pasado y yo dónde estoy?

Ella está hablando.

- Hey, que gran departamento que tienes, debe haberte salido una fortuna –

No hay respuesta, pero ella sigue conversando.

- Como veo que problemas de dinero no tienes, entonces, creo que podre quedarme más de una hora sin problemas-

Sigue sin respuestas

- Oye, me escuchas, que estás haciendo?-

- Solo preparo algo de tomar, para así ponernos cómodos y de todas maneras esto no durara solo una hora. Y por dinero no te preocupes. Te pagare con más de lo que crees.

- Bien – le brillan los ojos a la muy maraca.

- Bueno, salud- le alzo la copa- a todo esto cómo te llamas?

- Yaniza – puta el nombrecito, pero en fin, supongo que a nadie le importara.

Así pasa unos cuantos minutos de conversación, y luego

- Te invito a que vayamos al dormitorio, te tengo un “tremendo pedazo de sorpresa” –

- Uyyy que rico suena eso –

Si, no sabes lo delicioso que sonará después. Me acerco a la cámara y le pongo nuevamente stop.

Nuevamente presiono el stop de la cámara, y esta de donde habrá salido. Trate de hacer memoria, pero no recuerdo mucho.

Ya más nada tengo que hacer aquí en este departamento, así que hecho un último vistazo que no delate mi presencia, como si no hubiese ya mucho para incriminarme.

Me voy a la cama y le corro las tapas para que así no se note la sangre. Voy al baño y cierro la cortina, para que así tampoco se note la sangre.

Agarro la cámara y salgo del departamento. Pero tengo un mar de dudas de lo que habrá pasado. Solo recuerdo pocas cosas, los gritos en mi cabeza, la mujer en la bañera. Sus bellas y suaves rodillas.

Rodillas? Porque recuerdo sus rodillas, no lo sé, pero las tengo muy presentes en mi mente.

Al salir del departamento, cierro suavemente la puerta, camino hacia el ascensor, justo de una de las puertas, va saliendo una mujer, que me mira con cara de “quien es usted”, la saludo.

- Buenas – le digo cordialmente

- Buenas – me dice ella- no muy cordialmente

- Que esta helado- le digo como para romper un poco el hielo

- Usted es amigo de XXXXX –

- Si - le digo, y algo me empieza a oler raro

- No lo había visto nunca, no es de la clase de amigos de ella-

- Bueno siempre hay una primera vez para cambiar. O me equivoco –

- Si quizás, pero sería muy raro en ella-

- Ok, hasta luego –

No me responde, y se encamina hacia el departamento de xxxx. Me pongo a caminar más lentamente. Mirando de reojo hacia atrás, la anciana hace lo mismo. Y se nos cruzan las miradas.

Llega a la puerta de ella y toca suavemente. Maldición, un vuelco da mi corazón.

- Xxx no está- le digo- yo también la andaba buscando pero no me respondió

- Ahhh – veo que no me cree mucho la veterana – pero acabo de ver que usted salió de este departamento-

No contaba con este pequeño altercado. Así que me dirijo nuevamente hacia el departamento. Mirando directamente a la puerta. Llego al lado de la señora.

- Si, lo que pasa es que la estuve llamando a su teléfono y no me contesto, así que vine a verla, y como ella… mmm… me dio una copia de la tarjeta de entrada entonces…

- Ella le dio una copia?-

- Si, esta que tengo aquí. Si quiere le abro la puerta para que pase a ver, yo solo entre un par de pasos, llame y como no contesto, me iba yendo.

- Bien, ábrame la puerta, yo echare una mirada más adentro.

Caballerosamente le pido permiso, para que me dé el espacio necesario para pasar la tarjeta, luz verde, abro la puerta y le digo que pase a ver.

Ella entra y da un par de pasos, mira para todos lados, pero no dice nada, supongo no sospechara nada, ya que todo está como siempre.

- Iré a ver al dormitorio – mala idea de la vieja.

- Si vaya, quizás este durmiendo.

La veterana comienza a caminar, cuando de repente se detiene y queda mirando fijo hacia su derecha, pensé que estaba mirando hacia el balcón..

- Que es esa mancha en el sillón –

Demonios accidentalmente había apoyado mi mano en uno de los descansos. La veterana se comienza lentamente a acercar al sillón. Instintivamente, viéndome perdido, me acerco a ella y con ambas manos la empujo, con la mayor de mis fuerzas. Con tan buena suerte, que la vieja trastabilla y resbala, cayéndose hacia adelante y azotando su cabeza contra la esquina de una mesa de centro que estaba casi a lado del sillón. La cabeza al golpear suena como cuando una sandia es arrojada al suelo. Ese sonido tan lindo, definitivamente termino por excitarme.

Rápidamente me devuelvo a la puerta, la cierro por fuera y me voy directamente al departamento de la vieja. Como había dejado la puerta abierta, entro y ningún ruido se escuchaba, no había nadie, la vieja vive sola. Mi ángel de la guarda me da esta tremenda suerte.

Me devuelvo al departamento. Entro y cierro nuevamente la puerta, pero esta vez por dentro. La vieja no se ha movido ni un ápice. La muevo con el pie. No hay reacción ninguna. El golpe ha producido un ligero corte en su frente, donde corre un hilillo de sangre.

La agarro de los pies y la comienzo a arrastrar, tratare de llevármela al dormitorio. Pero con tan mala suerte que la sangre que fluye de su frente empieza a desperdigarse por la alfombra. Así que reúno fuerzas y la tomo en andas. Me la hecho al hombro, y sin querer agarro su trasero. Ufff que durito que esta.

A duras penas llego al dormitorio, así que la hecho a tierra, y de ahí la comienzo a arrastrar, de los pies, esto hace que el vestido de la vieja comience a subirse. Lo que trae consigo un calor abrumante a mi cerebro y solo una idea llega a mi mente…..

lunes, 8 de marzo de 2010

el video

Definitivamente estoy enloqueciendo poco a poco. Me dirijo rápidamente al edificio donde vive o vivía ella. Tengo que tratar de pasar desapercibido, por cualquier cosa que en el departamento hubiese pasado.

Al cabo de un tiempo llego al edificio, respiro profundamente y entro. Tengo que pasar por donde están los conserjes. Obviamente pase lo que pase esto levantara sospechas, pero tengo que hacerlo para salir de la duda. Tratare de pasar rápidamente sin que lo noten.

- Señor – no sirvió pasar rápido por lo visto, me doy media vuelta

- Dígame – le respondo, tratando de aparentar una inocente calma

- Otra vez por aquí – por lo que veo ya no soy indiferente para la gente del edificio. – le avisare a la señorita xxx que usted viene.

- No- es una sorpresa, por lo visto no cree- es que no sabía que iba a venir y no quiero que conteste con un NO.

- Ok – me dice y me cierra el ojo cómplice.

Me voy directo a los ascensores, y llego al piso en cuestión. Camino lentamente por el pasillo, buscando la puerta. Hasta que llego a la número 1366. Antes miro para todos lados, saco la tarjeta y la paso por el lector. Luz verde.

Entro a la habitación y cierro la puerta tras mío. Comienzo a llamar, por si alguien esta… vivo. Nadie responde, sigo caminando. Y me voy directamente a la pieza.

Como dicen por ahí las apariencias engañan, nada se notaba extraño, la cama semihecha, nada revuelto, algo extraño pasa aquí. Me volteo y mi corazón da un brinco, estaba la cámara de video, aun enfocando hacia la cama. Como comprenderán me voy directamente a ella, la tomo y comienzo a retroceder la cinta, hasta el final. Apenas suena el Bip de termino del rewind, pongo play y comienzo a ver.

Si definitivamente yo estuve aquí, y definitivamente la pase bien, pero el momento que ella hace abandono de la pieza y quedo solo, comienzo a conversar con el aire, enojado, sulfurado, luego entra, me comienzo a vestir y me voy, ya nadie aparece en la cámara, unos segundos después, veo como ella cae a la cama, no puede ser, esto se está convirtiendo en una pesadilla. Luego me veo llegar con un cuchillo y un machete. Y sin decir nada le clavo el cuchillo directamente en el medio de su pecho, un sonido gutural arranca en mi estomago para terminar en mi boca, con un tremendo vomito, da igual que cayera en la alfombra o donde fuese. El cuchillo repetidamente sube y baja, y sube y baja…

# maldita perra, no te gusto dejarme por el#

No puedo creer lo que está pasando.

# ahora te haces la loca, no me reconoces, di algo#

Y sigo clavando, una y otra vez. No puedo creerlo, le pongo una pausa a la cámara, la dejo de lado y voy a la cama, corro las tapas y todo estaba empapado en sangre, aun quedaban pozas de sangre encima de la sabana.

Pero y el cuerpo?, donde estaría el cuerpo, quizás la cámara me develaría el misterio.

Antes quise jugar un poco, adivinen donde está el cuerpo?, no sé de dónde saque esa especie de bravuconería, si por dentro el miedo ocupaba cada una de mis células.

Lo primero que se me ocurrió fue ir al baño, lentamente camine, paso tras paso, cuando por esas cosas del destino, pase por frente de un espejo y me mire, tenía una sonrisa de oreja a oreja, me espante, como podía estar feliz con una situación así, trate de desvanecer la sonrisa, pero no pude, así que decidí seguir caminando.
Llegue al baño que tenia la puerta semicerrada, aja me dije, aquí debe estar esta maldita perra sarnosa, pero que estoy pensando?... abro la puerta y…

viernes, 5 de marzo de 2010

la verdad?

- Señor – alguien está hablando – oiga señor, va a pedir algo, o necesita más tiempo-

- Qué? – miro para todos lados

Tengo el menú del restaurant en mis manos, y la señorita que atiende me mira, esperando alguna instrucción de mi parte. Que paso, que hago acá en el restaurant?

- Aun no decido, la llamare si la necesito – le dije bruscamente

Miro para todos lados, aun estaba la pareja recién llegada, los hombres que conversaban un poco más allá y estaba una mujer sola en la mesa.

Pero el departamento, la xxx, el cuchillo, el machete, las voces? Qué diantres paso??

Aun sigo mirando para todos lados, noto que la mujer que esta solo me mira, la miro y sonríe. Definitivamente no puedo perder la oportunidad, me levantare y me acercare a ella.

Aunque por lo visto ella tiene la misma idea. Se me acerca.

- Hola, estas solo-

- Si

- Te puedo acompañar?-

./mátala/.

Apareció la voz de nuevo. La miro, y seriamente le digo que no. Ella me mira y pidiendo disculpas, se aleja a su mesa nuevamente. Hago un movimiento y llamo a la mesera.

- Creo que solo tomare una bebida, ahh te la pagare al momento.-

- Como quiera señor.-

Ella se va. Sigo pensando en todo lo que paso, en qué momento se me creo ese espacio en mi mente como para alucinar tanta estupidez. Me rio por dentro, pero una risa nerviosa, realmente debo dejar de ver y leer tanta tontera.

./ves hijo, lo que siempre te digo, esa música que escuchas y esas películas que ves no te dejan nada bueno, son como tú, solo puras cosas malas./.

Mi madre nuevamente en mi cabeza, uf como la odio. Definitivamente por eso me vine a vivir solo. No necesito a nadie que me diga que lo que hago está mal. Aunque definitivamente he hecho cosas muy malas en mi vida, como diría el pelao Prodan, mejor no hablar de ciertas cosas.

En fin, llega la mesera con la bebida de dieta que le pedí. Y le digo que se espere para poder así pagarle.

Saco mi vieja billetera, la cual cada vez esta mas llena, pero de puras tarjetas de contactos, contactos a los cuales nunca llamare, pero lo tengo igual ahí por si acaso. Estoy buscando algún billete para poder pagarle cuando entre medio de todos las tarjetas encuentro algo que me dio miedo, algo que jamás pensé que estaría ahí, algo que me hizo ver que no todo había sido un sueño.

Saco un billete de dos mil pesos y se lo paso, le digo que se quede con el cambio. Luego agarro la botella y me la tomo rápidamente y salgo del lugar, como si algo urgente se me hubiese olvidado. Al salir veo hacia atrás por si alguno de los presentes noto alguna actitud sospechosa de mi parte, pero nada todos estaban en sus cosas cotidianas, ni se dieron cuenta que yo existía.

Camino un par de metros y me siento en la primera banca que encuentro. El asco me embarga, quiero vomitar, algunas arcadas suben a mi boca, pero nada.

Saco de nuevo mi billetera y reviso, para cerciorarme que ESO realmente estaba.

Y si aun estaba.

Era la tarjeta de entrada al departamento, tenía una marca de un dedo en rojo, dios que he hecho, que ha pasado, me levanto camino lentamente y me pongo delante de una tienda para ver mi reflejo en un vidrio. Veo mi rostro y me doy cuenta que tengo una marca debajo de mi ojo. Miro para todos lados aterrado. Camino nervioso entre la gente, tapando el rasguño. No sé qué hacer…..