martes, 9 de marzo de 2010

la veterana

Nada, camino un poco más, dispuesto a correr las cortinas del baño, ahí sí debería estar el cuerpo, ahí lo pondría yo pensé, aunque después de ese pensamiento, halle una forma más macabra de deshacerme del cuerpo. QUE?? Pero que estoy pensando, serán las voces que se cansaron de hablarme y ahora atacan mi pensamiento? Pero definitivamente decidí pensar que el cuerpo no estaría tras la cortina, ya que definitivamente hubiese hecho otra cosa.

Me acerque quietamente a la ducha, y corrí la cortina y no encontré nada, o sea casi nada, ya que en la pared un mano empapada en sangre dejo su huella, y el fondo de la bañera también estaba rojizo. Si bien la vista era impactante, lo que más me impacto es que no me dio nada el haber encontrado eso, como si ya supiera que realmente estaría esa marca ahí.

En eso un flash golpea mi mente, recuerdo las manos de ella todas llenas de sangre, tocando mi ropa, maldita perra toco mi ropa con sangre, me miraba y lloraba, gemía, lloraba, suplicaba por su vida, y yo reía.

#para que sepas lo que se siente suplicar por algo que ya no tiene vuelta, no recuerdas las veces que te suplique que no me dejaras, las veces que me humille delante de todo el mundo por recuperarte#

Pero a ella yo no le había suplicado.

#sufre, por todo lo que me has hecho sufrir#

No puede ser, que paso, porque, otro flash viene a mi mente inmediatamente, de ese día, si de ese mismo día que me dijiste que andabas con él, de cómo te vi feliz, de cómo maldije tu felicidad. No lo notaste, porque supe mantener este propio secreto, pero ese día me mataste. Y sabía que algún día iba a cobrar mi venganza.

Bueno, perdí una de las 3 opciones de encontrar el cuerpo, me quedan 2 para adivinar dónde diablos estará.

Me recuerdo la cámara, si la cámara, la dejare ahí y después terminare de verla, lo primordial era encontrar el cuerpo, si es que estaba ahí en el departamento. Aunque si seguía mi presunción asesina, ya sé que no lo encontraría ahí, pero, sigamos con el juego…

Me encamino directamente a la cocina, de donde supuestamente salió el cuchillo. Desde pequeño encontraba que sería placentero abrir un día el refrigerador, y en vez de encontrar un cadáver de pollo o de vaca, encontrar un cadáver de ser humano, así que me fui al refri y lo abrí, y ahí estaba, justo lo que andaba buscando, un refrescante jugo de naranja heladito, pero del cuerpo nada de nada.

Segunda alternativa elegida era incorrecta. De todas maneras agarre la caja del jugo, y me lo lleve conmigo, nuevamente me dirigí al dormitorio.

Como última opción me fui al balcón, en una de esas, la había dejado sentada tomando el fresco. Y no, nada tampoco había ahí.

Que decepción mas grande, si estaba ahí ya no lo sabría, ya que había acabado mis 3 opciones.

Así que seguí con lo que tenía que seguir, o sea, la cámara.

La tome en mi manos ensangrentadas, y retrocedí la cinta, para ver nuevamente lo que ya mis ojos habían visto hace un rato atrás.

Ahora más tranquilo veo como el cuchillo sube y baja y termina en una nueva cortada en el cuerpo de ella.

Era un cuchillo carnicero, de unos 15 centímetros de hoja y unos 10 de mango. Como no tenia sangría, para que este no se quedara como chupón en el pecho, después de dar la estocada, tenía que meter el dedo, para que así pudiera entrar un poco de aire y así poder soltar el cuchillo del cuerpo y poder volverlo a enterrar. De ahí viene la explicación de la maldita costra en mi dedo índice de la mano derecha.

Bueno sigo viendo el video.

Después de darle todos esos lindos y preciosos cuchillazos, que obviamente en ese momento era muy relajante. Me quito de encima y salgo de la visión de la cámara. Parece que voy al baño, quizás a lavarme las manos o que se yo. Pero me doy cuenta de algo, ella aun sigue viva, movió su brazo, primero pienso que es el típico acto reflejo de los primeros minutos de alguien muerto, algún musculo que se distiende o se recoge. Pero no, nuevamente lo mueve.

Aparezco en escena, miro a la muchacha. Me sonrió satisfecho (pensando que estaba muerta), me voy directamente a la cámara y la apago, o le pongo pausa. Bueno lo que sea, tras media hora de stop o pausa la cámara se vuelve a reiniciar, y ya no está en el dormitorio. Está en la sala de estar. Apuntando directamente al sillón. Pero para sorpresa mía, el sillón estaba ocupado por otra mujer. Una rubia espeluznante.

Que habrá pasado y yo dónde estoy?

Ella está hablando.

- Hey, que gran departamento que tienes, debe haberte salido una fortuna –

No hay respuesta, pero ella sigue conversando.

- Como veo que problemas de dinero no tienes, entonces, creo que podre quedarme más de una hora sin problemas-

Sigue sin respuestas

- Oye, me escuchas, que estás haciendo?-

- Solo preparo algo de tomar, para así ponernos cómodos y de todas maneras esto no durara solo una hora. Y por dinero no te preocupes. Te pagare con más de lo que crees.

- Bien – le brillan los ojos a la muy maraca.

- Bueno, salud- le alzo la copa- a todo esto cómo te llamas?

- Yaniza – puta el nombrecito, pero en fin, supongo que a nadie le importara.

Así pasa unos cuantos minutos de conversación, y luego

- Te invito a que vayamos al dormitorio, te tengo un “tremendo pedazo de sorpresa” –

- Uyyy que rico suena eso –

Si, no sabes lo delicioso que sonará después. Me acerco a la cámara y le pongo nuevamente stop.

Nuevamente presiono el stop de la cámara, y esta de donde habrá salido. Trate de hacer memoria, pero no recuerdo mucho.

Ya más nada tengo que hacer aquí en este departamento, así que hecho un último vistazo que no delate mi presencia, como si no hubiese ya mucho para incriminarme.

Me voy a la cama y le corro las tapas para que así no se note la sangre. Voy al baño y cierro la cortina, para que así tampoco se note la sangre.

Agarro la cámara y salgo del departamento. Pero tengo un mar de dudas de lo que habrá pasado. Solo recuerdo pocas cosas, los gritos en mi cabeza, la mujer en la bañera. Sus bellas y suaves rodillas.

Rodillas? Porque recuerdo sus rodillas, no lo sé, pero las tengo muy presentes en mi mente.

Al salir del departamento, cierro suavemente la puerta, camino hacia el ascensor, justo de una de las puertas, va saliendo una mujer, que me mira con cara de “quien es usted”, la saludo.

- Buenas – le digo cordialmente

- Buenas – me dice ella- no muy cordialmente

- Que esta helado- le digo como para romper un poco el hielo

- Usted es amigo de XXXXX –

- Si - le digo, y algo me empieza a oler raro

- No lo había visto nunca, no es de la clase de amigos de ella-

- Bueno siempre hay una primera vez para cambiar. O me equivoco –

- Si quizás, pero sería muy raro en ella-

- Ok, hasta luego –

No me responde, y se encamina hacia el departamento de xxxx. Me pongo a caminar más lentamente. Mirando de reojo hacia atrás, la anciana hace lo mismo. Y se nos cruzan las miradas.

Llega a la puerta de ella y toca suavemente. Maldición, un vuelco da mi corazón.

- Xxx no está- le digo- yo también la andaba buscando pero no me respondió

- Ahhh – veo que no me cree mucho la veterana – pero acabo de ver que usted salió de este departamento-

No contaba con este pequeño altercado. Así que me dirijo nuevamente hacia el departamento. Mirando directamente a la puerta. Llego al lado de la señora.

- Si, lo que pasa es que la estuve llamando a su teléfono y no me contesto, así que vine a verla, y como ella… mmm… me dio una copia de la tarjeta de entrada entonces…

- Ella le dio una copia?-

- Si, esta que tengo aquí. Si quiere le abro la puerta para que pase a ver, yo solo entre un par de pasos, llame y como no contesto, me iba yendo.

- Bien, ábrame la puerta, yo echare una mirada más adentro.

Caballerosamente le pido permiso, para que me dé el espacio necesario para pasar la tarjeta, luz verde, abro la puerta y le digo que pase a ver.

Ella entra y da un par de pasos, mira para todos lados, pero no dice nada, supongo no sospechara nada, ya que todo está como siempre.

- Iré a ver al dormitorio – mala idea de la vieja.

- Si vaya, quizás este durmiendo.

La veterana comienza a caminar, cuando de repente se detiene y queda mirando fijo hacia su derecha, pensé que estaba mirando hacia el balcón..

- Que es esa mancha en el sillón –

Demonios accidentalmente había apoyado mi mano en uno de los descansos. La veterana se comienza lentamente a acercar al sillón. Instintivamente, viéndome perdido, me acerco a ella y con ambas manos la empujo, con la mayor de mis fuerzas. Con tan buena suerte, que la vieja trastabilla y resbala, cayéndose hacia adelante y azotando su cabeza contra la esquina de una mesa de centro que estaba casi a lado del sillón. La cabeza al golpear suena como cuando una sandia es arrojada al suelo. Ese sonido tan lindo, definitivamente termino por excitarme.

Rápidamente me devuelvo a la puerta, la cierro por fuera y me voy directamente al departamento de la vieja. Como había dejado la puerta abierta, entro y ningún ruido se escuchaba, no había nadie, la vieja vive sola. Mi ángel de la guarda me da esta tremenda suerte.

Me devuelvo al departamento. Entro y cierro nuevamente la puerta, pero esta vez por dentro. La vieja no se ha movido ni un ápice. La muevo con el pie. No hay reacción ninguna. El golpe ha producido un ligero corte en su frente, donde corre un hilillo de sangre.

La agarro de los pies y la comienzo a arrastrar, tratare de llevármela al dormitorio. Pero con tan mala suerte que la sangre que fluye de su frente empieza a desperdigarse por la alfombra. Así que reúno fuerzas y la tomo en andas. Me la hecho al hombro, y sin querer agarro su trasero. Ufff que durito que esta.

A duras penas llego al dormitorio, así que la hecho a tierra, y de ahí la comienzo a arrastrar, de los pies, esto hace que el vestido de la vieja comience a subirse. Lo que trae consigo un calor abrumante a mi cerebro y solo una idea llega a mi mente…..

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